La comunidad salesiana de Úbeda había programado cuidadosamente y con un apretado horario, la visita Canónica que iba a llevar a cabo el Sr. Inspector, D. Ángel Asurmendi, en la Casa Salesiana, durante los días 22-25 de septiembre de 2022.
No hubo banda de música en el recibimiento, al anochecer del miércoles 21 de septiembre. SÍ, desde el primer momento, muestras de cariño en los hermanos que lo recibían y de afecto sincero de todos los que se encontraron con él.
El jueves 22, muy temprano, tuvo el primer encuentro y oración con la comunidad salesiana. En el marco de una sencilla oración mariana, programada para los alumnos de Primaria con motivo de la conmemoración mensual de María Auxiliadora, saludó a los alumnos pequeños de la casa. Actuación que volvió a repetir con los mayores de la ESO, tras el recreo que había compartido con alumnos y profesores del Centro. La tarde, la paso hablando con los salesianos. Al final de la jornada, mantuvo un fructífero encuentro con el Consejo de la CEP.
Amaneció luminoso el viernes 23 de septiembre. A primeras horas de la mañana participó en los actos comunitarios ordinarios. A media mañana se reunió con los miembros del Equipo Directivo a los que animó “a ser gansos”. ¿Es posible? Todos entendimos muy bien la expresión y salimos con la convicción de ponerla en práctica en nuestro trabajo educativo. Luego llegó el momento estelar del día: la bendición del patio renovado de Primaria con todos los alumnos presentes que luego lo estrenaron con juegos llenos de colorido.
Brillante el acto de la bendición del patio y vivido el encuentro con los concejos de la FASA local. En la tarde del sábado 24, con el objetivo de iniciar como familia el nuevo curso a los pies de María Auxiliadora que concluyó con la celebración de la Eucaristía.
Entre uno y otro, tiempo de convivencia fraterna de D. Ángel con los hermanos. En este ambiente no pudo faltar que se arremangara, como le gusta hacer, y nos preparara a la comunidad una exquisita paella.
La jornada del domingo 25, la comenzamos tomándonos en comunidad unos churros con chocolate. La celebración de la Eucaristía y la lectura del informe final pusieron el broche de oro a la visita que nos ha ayudado a crecer en identidad y sentido de Inspectoría.
Agradecemos de corazón sus palabras de aliento y sus muestras de cariño sincero. Cuando nos despedíamos le manifestábamos el compromiso de orar al Señor y a la Auxiliadora por él para que lo sigan acompañando en su ardua tarea. Lo pondremos en práctica. ¡Gracias!
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