Saludo del Director

Queridas Familias:

Os escribo para presentarme y sobre todo para expresaros mi alegría de unirme al trabajo hermoso que se realiza en esta Casa Salesiana. Soy Paco Jaldo, natural de Granada. Desde el inicio de este mes de agosto ya estoy por aquí, a vuestra entera disposición. Me gustaría que me sintáis desde el primer día cercano a todos vosotros.

Una de mis primeras palabras quiere ser de agradecimiento a don Teodoro por el servicio prestado, generoso y muy bien hecho durante estos últimos cuatro años. También en estas líneas quiero poner en valor y agradecer el trabajo y el cariño que ponen el resto de los hermanos que conforma la comunidad: Don Juanma, Don Antonio y Don Leandro. Estoy convencido que con su ayuda y con la de cada uno de vosotros podré aprender y mucho de esta casa.

Este curso que iniciamos la inspectoría nos pone como marco una nueva campaña pastoral que se nos regala y que tiene como lema “Un sueño para ti”.

Los salesianos somos hijos de un soñador, un soñador que comenzó a soñar muy pronto. Fue a los 9 años cuando tuvo aquel sueño que nunca olvidaría y que tuvo un carácter programático en su vida. De alguna manera hoy estamos aquí porque Dios quiso hacer soñar a Don Bosco hace 200 años; y al interpretar ese sueño que Dios tenía para él desde la fe, puso toda la carne en el asador para responder con una gran generosidad a lo que estaba convencido que era el plan de Dios.

Este año se nos invita a soñar con un nuevo curso, tratando de dar lo mejor de nosotros, soñando alto, imaginando metas ambiciosas y descubriendo qué sueño tiene Dios para cada uno de nosotros y para esta Casa Salesiana de Úbeda. Y lo hacemos como grupo: i qué importante es generar un ambiente acogedor, familiar, en el que todos se sientan a gusto! Es muy salesiano el arte de forjar un clima cálido de convivencia, generando vínculos positivos entre todos. Esta casa ha sido siempre de puertas abiertas, y así quiere seguir siendo; de puertas abiertas para todo nuestro pueblo, pero especialmente para vosotros.

Concluyo de nuevo poniéndome yo y toda la comunidad salesiana a vuestra disposición y a vuestro servicio, si alguno necesita algo que no dude en contar conmigo desde hoy.

Un saludo afectuoso.