Hoy podemos mirar hacia atrás y decir que hemos tenido un mes de mayo maravilloso, cargado de actividades. Un mes de mayo como los de antes.
Empezamos justo volver del puente con nuestras legiones, las clases y pasillos se engalanaban para dar la bienvenida a nuestro mes, los patios se llenaban de juegos y nuestros alumnos tenían la cara llena de ilusión y alegría. Ilusión por vivir cosas nuevas y recuperar otras y alegría por poder compartir tanto y con tantos.
Ha sido maravilloso poder disputar de nuevo nuestras olimpiadas, bajar a las pistas municipales y realizar las pruebas de carreras, relevos, saltos de altura, salto de longitud, lanzamiento de peso y mil actividades más. Hemos llenado las calles de nuestro barrio con nuestras bicicletas para avisar a todo el mundo que en breve empezaba nuestra verbena. Hemos tenido nuestros bailes de mayo; cada curso se ha esforzado al máximo, sacando tiempo de donde, muchas veces, no lo había, para ensayar, pero sobre todo hemos disfrutado y reído con nuestros tropiezos y nuestros momentos para recordar esos bailes que esperamos, os hayan encantado. Le hemos puesto mucho empeño y creemos que han salido muy bien. Si alguno todavía no los ha visto, aún estáis a tiempo: https://view.genial.ly/6287508c516e91001ba3382e/presentation-mayo-2022
También hemos compartido tiempo de oración. Epezamos el triduo el día 19, teniendo el 23 nuestro pregón a cargo de dos compañeros de 6º. Y como no, nuestra eucaristía del 24, el patio lleno con todos los alumnos del colegio, todos nuestros profes compartiendo con nosotros y con la comunidad salesiana este momento tan especial. Después tuvimos la procesión de infantil, estaban graciosísimos y guapísimas nuestras mantillas. Al terminar el desayuno disfrutamos de unos bailes que organizaron los animadores del centro juvenil y por último nuestra gymkana. Nos dividimos en dos, de 1º a 3º y de 4º en adelante, nos lo pasamos superbien y nos pudimos tomar un refresco para descansar de la mañana tan dinámica.
No podemos olvidar los ratos que hemos echado en la verbena con nuestra familia, amigos y compañeros y profesores, estos momentos se graban en nuestra memoria y siempre podremos revivirlos, al igual, que si Dios quiere, cada año tendremos más recuerdos.
Gracias a todos los que habéis contribuido a que este mes de mayo haya sido tan especial.
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