Un Viaje Cultural por el Norte de Italia: Historia, Fe y Belleza Natural.
Recientemente, los estudiantes de 4º de ESO emprendieron un fascinante viaje cultural al norte de Italia que combinó historia, arte, arquitectura y naturaleza. A lo largo de estos días, los jóvenes tuvieron la oportunidad de sumergirse en la rica historia de lugares emblemáticos, conocer la vida de Don Bosco y disfrutar de paisajes impresionantes, todo ello mientras exploraban las ciudades de Turín, Milán y las hermosas localidades a orillas del Lago de Como.
El viaje comenzó con la llegada a Turín, una ciudad que ofrece una mezcla perfecta de historia, cultura y tradición. Los estudiantes pasearon por el centro histórico de Turín, una ciudad cargada de monumentos y espacios emblemáticos. Además, tuvieron la oportunidad de acercarse a una de las reliquias más importantes del cristianismo, la Sábana Santa, ubicada en el Duomo de Turín, un momento de reflexión y conexión profunda con la historia religiosa.
La visita a la Casa Madre de los Salesianos en Turín fue otro de los puntos destacados. Allí, los estudiantes pudieron conocer el lugar donde Don Bosco vivió y trabajó, y entender mejor su legado. La Basílica de María Auxiliadora y el primer colegio salesiano fueron testigos del compromiso de este gran educador con la formación de jóvenes, valores que siguen presentes en el trabajo Salesiano en la actualidad.
El siguiente destino del viaje fue Milán, una ciudad internacionalmente conocida por su moda, arte y arquitectura. Después de un recorrido por el centro de Milán, donde los estudiantes pudieron admirar la magnificencia de la ciudad, continuaron su exploración cultural. Pero antes, tuvieron la oportunidad de adentrarse en la historia de Don Bosco visitando el lugar que lo vió nacer, el Colle Don Bosco, un lugar fundamental para comprender la vida y misión del fundador Salesiano.
Milán, con su dinamismo y su ambiente cosmopolita, también ofreció a los jóvenes una gran oportunidad para conocer de cerca el arte y la cultura de la ciudad. Entre monumentos históricos, calles vibrantes y la famosa Catedral de Milán, el grupo pudo disfrutar de la esencia de esta ciudad que mezcla tradición y modernidad.
Un día especialmente esperado fue el de la visita al Lago de Como, un destino que dejó sin aliento a todos los participantes por su belleza natural. Realizaron un paseo en barco por el lago, rodeado de montañas y paisajes que parecían sacados de una postal. Las localidades de Varena y Bellagio, con sus calles empedradas y vistas panorámicas, ofrecieron una experiencia única para conectar con la naturaleza y disfrutar de la serenidad de la región.
El último día del viaje comenzó con una visita al Duomo de Milán, una de las catedrales más impresionantes del mundo. Los estudiantes ascendieron a las cubiertas del Duomo, desde donde pudieron contemplar las espectaculares vistas de la ciudad. Esta experiencia no solo permitió a los jóvenes disfrutar de la belleza arquitectónica del lugar, sino también reflexionar sobre el trabajo y la dedicación necesarios para la creación de semejantes obras maestras.
Este viaje cultural fue mucho más que una simple visita turística. Cada parada, cada monumento, cada experiencia sirvió para reforzar el aprendizaje en torno a la historia, la fe y los valores que guían la vida Salesiana. Los estudiantes tuvieron la oportunidad de conocer de cerca el legado de Don Bosco, una figura clave en la educación y formación de jóvenes, y entender cómo sus principios siguen vigentes en la actualidad.
A lo largo del viaje, también se pudieron abordar temas importantes como el cuidado del medio ambiente, la importancia de la educación de calidad, y el papel que cada uno de nosotros puede jugar en la construcción de un futuro más justo y sostenible, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Este viaje al norte de Italia ha sido una experiencia formativa y enriquecedora para todos los estudiantes. Desde las históricas calles de Turín, hasta las modernas y vibrantes vías de Milán, y los paisajes serenos del Lago de Como, cada etapa del recorrido ha permitido a los jóvenes no solo aprender sobre historia, arte y cultura, sino también reflexionar sobre los valores que deben guiar su vida cotidiana. Un viaje que, sin duda, quedará grabado en la memoria de todos y que ha dejado una huella profunda en el corazón de cada uno de los participantes.








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